COLOMBIA – La alianza entre el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Banco Bilbao Viscaya (Bbva), terminó con la entrega de 8.000 edukits en las poblaciones más vulnerables del país.
La profesora Secundina Arboleda aguardaba a orillas del río Mira, a unos 45 minutos de Tumaco, por la gente de la Unicef que llegaban cargados de regalos para los niños del Centro Educativo Paloseco.
Al otro lado del río, a 3 kilómetros del lugar donde desembarcan las chalupas, todo era fiesta: Cerca de 300 niños esperaban con ansias los kits educativos, mientras hacían juegos de ronda, aplaudían y cantaban.
Y no era para menos, «muchos de estos estudiantes quedaron desplazados a causa del desbordamiento del río Mira (en febrero de este año) -cuenta la profesora con tristeza-. Hoy es un día lleno de felicidad para mí y para todos estos niños, no todos los días la gente se acuerda de nosotros», dice Arboleda, con una sonrisa en la cara.
La jornada, producto de la alianza entre la Unicef y el Bbva, había comenzado horas antes, a las afueras de la Alcaldía de Tumaco, donde se oficializó la entrega de 350 kits escolares a niños afectados por el desbordamiento del río Mira el pasado 18 de febrero.
Además de 60 niños de la región, allí se congregaron Paul Martin, representante de Unicef; Mauricio Flores, director de Responsabilidad Corporativa del Bbva Colombia; Neftalí Correa Díaz, Alcalde de Tumaco (Nariño); y Patricia Camacho Álvarez, directora de Cobertura y Equidad del Ministerio de Educación.
Durante este acto de protocolo, se entregaron los primeros 60 kits escolares a niños tumaqueños. Los 290 edukits restantes fueron llevados, en horas de la tarde, hasta Palo Seco.
«Entendemos que para tener una educación de calidad en Colombia se necesitan muchas más cosas que estos kits escolares, pero poco a poco hemos ido trabajando en el mejoramiento de la educación en Colombia. Y con el apoyo del Bbva lo estamos logrando», declaró Martin, quien lleva 25 años trabajando en temas de infancia y ya completa tres años como representante de Unicef en Colombia.
El máximo mandatario de Tumaco rescató y agradeció esta clase de iniciativas sociales, «a través de estas queremos hacer de Tumaco, la más educada del Pacífico, poco a poco estamos logrando que este municipio sea prospero y exitoso».
Por otro lado Flores señaló la importancia de la educación, como el único proceso que garantiza el desarrollo ante la escasez de recursos económicos en países del tercer mundo como Colombia. Agradeció la buena receptividad que los clientes del banco tuvieron con el programa de donación, a través de los cajeros automáticos, para invertir en educación.
«Son más de 1.100 millones de pesos que hemos recogido desde noviembre hasta la fecha con esta alianza. Estos recursos han sido invertidos en educación, no sólo entregando kits escolares, sino también implementando aulas de clase en los lugares más afectados por la ola invernal», Agregó Flores.
Esta alianza, que también involucra a la Secretaría de Educación de Boyacá, la Fundación Antonio Puerto y la Asociación Alianza Educativa, tendrá una duración de tres años y busca además de fortalecer el componente académico, generar dinámicas sociales y económicas en la región a través de proyectos productivos en cabeza de las familias y de las instituciones educativas.
Además, los beneficios de esta alianza ya se han visto en la Provincia de Gutiérrez (Boyacá), donde se ha fortalecido la parte de académica de once instituciones educativas de seis municipios: Guacamayas, Chiscas, Cocuy, Güican, El Espino y Panqueba.
Educación en condiciones precarias
La profesora Secundina tiene que recorrer todos los días 45 minutos en bus hasta las orillas del rió Mira, donde hay que pagar dos mil pesos para cruzar en chalupa hasta la otra orilla y allí pagar otros dos mil para ser transportado en moto, durante cinco minutos (o en su defecto caminar durante media hora si no se tiene plata para el transporte), hasta llegar al Centro Educativo Paloseco.
Cientos de pequeños la esperan todos los días, con el propósito de aprender algo nuevo. Secundina dice que llegar hasta la escuela no es ningún sacrificio, porque ella trabaja con amor para que todoslos niños de está región logren salir adelante.
La maestra de 42 años, oriunda de Buenaventura, ha vivido desde siempre en Tumaco; para ella «la entrega de esos materiales (cuadernos, lápices, lapiceros, colores, regla y borrador) son una bendición de Dios».
«Esta es una zona demasiado afectada por todo – agrega la profesora – ahora con la llegada de estos kits los niños podrán terminar este año y empezar el próximo con todos sus útiles escolares completicos».
Pero no tener materiales dónde escribir, ni con qué escribir no son las únicas necesidades que se ven en esta escuela. Adicionalmente solo tiene cuatro aulas donde alberga a 290 niños y unos ocho profesores (entre padres de familia) que dictan clases desde primero hasta quinto de primaria.
La gran mayoría de los niños que termina quinto de primaria, lamentablemente, no puede continuar con sus estudios. Ya que la escuela secundaria queda al otro lado del río Mira, en la vereda Candelilla. Y el transporte hasta allí le vale a los niños 30 mil pesos mensuales, que muchos de ellos no pueden conseguir.
«Uno de los proyectos que tiene la secretaría de educación de Tumaco es poder construir otra aula de clase, para poder empezar a dictar sexto grado en la escuela de Palo Seco y que así los niños puedan continuar estudiando», cuenta la profesora Secundina.
FUENTE: ELTIEMPO.COM